Una fractura de rodilla, es un hueso roto en o alrededor de la articulación de la rodilla. Esto puede afectar la tibia (pierna), la rótula (patela) o el fémur (hueso del muslo) donde se conectan con la rodilla.
La cirugía por fractura de rodilla (osteosíntesis de rodilla) es un procedimiento quirúrgico que se realiza para corregir la posición los huesos rotos (reducción anatómica) en la rodilla o alrededor de ella para restaurar la función normal, la estabilidad y el movimiento.
La rótula es un hueso que conecta los huesos del muslo y la pierna. La función de la rótula o patela, es facilitar la extensión de la rodilla, y además proteger la articulación, actuando como un escudo. Los huesos del muslo, la rótula y las piernas, en su superficies, están cubiertos de cartílago articular y liquido sinovial, que permiten el movimiento suave de los huesos al caminar. Debido a que la rótula es un escudo, puede lesionarse al caerse o tropezarse. Las fracturas en la rodilla varían no solo en el área dañada, sino también en la extensión del daño. La rótula podría romperse levemente o romperse en pedazos. Podría ocurrir en la parte superior, central o inferior de la rótula. También podría existir en muchas partes de la rótula. Otras variaciones pueden ser fractura estable, fractura desplazada, fractura abierta y fractura conminuta. En fractura estable fractura no desplazada, las piezas rotas se alinearían y también permanecerían en su lugar durante el proceso de curación o consolidación. En una fractura desplazada, las piezas rotas no están alineadas sino separadas. A menudo, esto requiere corrección quirúrgica.
En fracturas abiertas, la piel puede abrirse para hacer visible el hueso. Esto ocurre durante un daño excesivo y es un caso complicado por el riesgo de infección. Las fracturas conminutas, se denomina, cuando el hueso se rompe en tres pedazos o más, generalmente requieren cirugía.
La mayoría de las fracturas de rodilla se producen por un golpe directo . Las causas más comunes de fracturas de rodilla incluyen caídas, accidentes automovilísticos (frecuente en caídas o colisión en motocicletas) actividades deportivas (ciclismo) o incluso contracciones musculares severas en casos raros.
Algunas de las cirugías habituales empleadas para el tratamiento de una fractura de rodilla incluyen:
Luxación de la rodilla
Se trata de una lesión relativamente rara, pero de gran importancia, es le resultado de la perdida de las relaciones normales entre el fémur y la tibia. Es casi siempre causado por eventos traumáticos de gran intensidad, caídas de gran altura, accidentes en deportes extremos, accidentes en motocicletas o automóviles. Se pueden asociar a fracturas e incluso a lesiones vasculares, como el daño de la arteria principal de la rodilla (arteria poplítea), que puede comprometer la extremidad. una lesión vascular grave. La luxación de la rodilla es una urgencia, que debe ser tratada de inmediato para evitar complicaciones.
Luxación rotuliana / Luxación de la rotula
Esto es común, especialmente en individuos activos jóvenes, mas frecuente en mujeres. Existen diversas causas, entre ellas los traumas directos, y así mismo, existen factores que puede predisponer a una persona para tener luxación de la rotula, cómo son loa displasia femoral (alteración congénita en el desarrollo del fémur). La mayoría de las luxaciones son laterales y se acompañan de dolor, limitación para la movilidad y efusión o hinchazón. El daño a los ligamentos mediales es común. La luxación o dislocación también puede ocurrir cuando el pie se ancla o planta en el suelo y se produce un cambio rápido de dirección o una torsión en la rodilla . Por lo general, existe laxitud ligamentosa preexistente y, cuando la luxación rotuliana ha ocurrido una vez, puede reaparecer debido a la consiguiente lesión del ligamento. La reubicación en el surco rotuliano suele ser espontánea cuando se extiende la rodilla.
Lesión o ruptura de ligamentos laterales (ligamento colateral medial y ligamento colateral externo) Los ligamentos de la parte interna y externa de la rodilla, son muy importantes, permiten y contribuyen a la estabilidad de la rodilla cuando estamos de pie o caminando.
Los ligamentos de la rodilla en la parte interna son conocidos como complejo ligamentario o esquina postero interna o posteromedial, de igual forma , los ligamentos de la parte externa o lateral de la rodilla se conocen como complejo ligamentario o esquina Posterolateral.
La ruptura de los ligamentos, se produce casi siempre por traumas de alta energía como caídas de alturas, accidentes de tránsito, deportes extremos, o incluso en prácticas deportivas comunes cómo el fútbol.
En fracturas complejas de la rodilla, estos ligamentos pueden estar comprometidos, para lo cual es necesario, realizar la reparación de los tejidos lesionados. Cuando la ruptura de los ligamentos, no se trata, y existe inestabilidad, la reconstrucción con injertos es necesario.
Fractura de fémur
El fémur es el hueso del muslo, conecta la cadera con la rodilla. Es un hueso fuerte que soporta importantes cargas. La fracturas de este hueso, generalmente son traumas de importante magnitud.
Fractura de tibia
La tibia es el principal hueso de la pierna, se encuentra en estrecha relación con el peroné, conecta la rodilla con el pie en el tobillo . Es un hueso fuerte que soporta importantes cargas. La fracturas de este hueso, generalmente son traumas de importante magnitud.
La rótula
La rótula (patela) es un hueso sesamoideo, se encuentra en la parte anterior de la extremidad inferior, actúa como un escudo para la articulación de la rodilla, y también, como una palanca en la rodilla. Esta en exposición a los traumas directos.
Las fracturas de la rodilla, son lesiones graves y a menudo requieren cirugía para sanar (consolidación). A largo plazo, pueden causar artrosis en la rodilla, por la perdida del cartílago articular.
Las fracturas de la rodilla varían, desde fracturas no desplazadas, fracturas múltiples (romperse en muchos pedazos) y las fracturas abiertas, de gran energía con mayor probabilidad de complicaciones.
Las fracturas de la rodilla pueden ocurrir, cerca, dentro de la articulación o combinaciones de las dos anteriores, o incluso, pueden ocurrir en más de un hueso.
Fractura estable. Este tipo de fractura no se desplaza. Los extremos rotos de los huesos permanecen juntos y están alineados. En una fractura estable, los huesos generalmente permanecen en su lugar durante la curación o consolidación.
Fractura desplazada. Cuando un hueso se rompe y se desplaza, los extremos rotos se separan y no se alinean. Este tipo de fractura a menudo requiere cirugía para volver a unir los fragmentos.
Fractura conminuta. Este tipo de rotura es muy inestable. El hueso se rompe en tres o más pedazos.
Fractura abierta. En este tipo de fractura, la piel se abre y el hueso se expone al ambiente, lo que implica mayor riesgo de complicaciones.
La fractura de rodilla se refiere a las fracturas de cualquiera de las partes del hueso involucradas en la articulación misma. Esto incluye fracturas de:
Una fractura del fémur —el hueso más fuerte del cuerpo— por lo general es evidente porque requiere de mucha fuerza para quebrarse. Pero las fracturas de la tibia —el hueso que más peso soporta en la parte inferior de la pierna— y del hueso que se encuentra a lo largo de la tibia, debajo de la rodilla (peroné) pueden ser más sutiles.
Los signos y síntomas de una fractura en la rodilla pueden comprender los siguientes:
Las fracturas alrededor de la rodilla son comunes en los niños, pero el patrón de las fracturas de rodilla es diferente. La proporción relativamente alta de cartílago en los niños en crecimiento puede dificultar el diagnóstico, especialmente en las radiografías simples, y puede ser necesario realizar radiografías de estrés o resonancias magnéticas
Si los fragmentos de hueso fracturado, no se han desplazado por la fuerza de la lesión, es posible que no necesite cirugía. Se pueden usar yesos o férulas para mantener la posición, y así evitar su desplazamiento. De igual forma, se limitara poner peso sobre su pierna hasta que el hueso esté completamente sano.
Si los fragmentos óseos, se desplazan y pierden su continuidad, lo más probable es que necesite cirugía, con el fin de reposicionar , y recuperar la forma, longitud y función, para lo cual, generalmente, es necesario el uso de dispositivos de fijación, que mantienen los fragmentos en posición, mientras que la fractura consolida.
Momento de la cirugía. Si la piel alrededor de la fractura no se ha roto, es posible que su médico le recomiende esperar hasta que las abrasiones hayan sanado antes de someterse a la cirugía. Sin embargo, las fracturas abiertas exponen el sitio de la fractura al medio ambiente. Necesitan una limpieza urgente y requieren cirugía inmediata.
Procedimiento. El tipo de procedimiento que se realiza a menudo depende del tipo de fractura que tenga. Antes de la cirugía, su médico hablará con usted sobre su procedimiento, así como sobre las posibles complicaciones.
Fractura transversal. Estas fracturas de dos partes suelen fijarse en su lugar mediante clavijas y alambres y una banda de tensión de configuración en «figura de ocho». La banda en forma de ocho presiona las dos piezas juntas.
Este procedimiento es mejor para tratar fracturas que se encuentran cerca del centro de la rótula. Los fragmentos de fractura en los extremos de la rótula son demasiado pequeños para este procedimiento. Las roturas que están en muchas piezas pueden ser comprimidas en exceso por la banda de tensión.
Otro enfoque para una fractura transversal es asegurar los huesos con pequeños tornillos, alambres y alfileres. En muchos casos, estos cables y clavijas deberán retirarse aproximadamente uno o dos años después de la cirugía.
Fractura conminuta. En algunos casos, la parte superior o la parte inferior de la rótula se pueden romper en varios pedazos pequeños. Este tipo de fractura ocurre cuando la rótula se separa de la lesión y luego se aplasta al caer sobre ella.
Debido a que los fragmentos de hueso son demasiado pequeños para volver a colocarlos en su lugar, se extraerán. Su médico unirá el tendón suelto al hueso rotuliano restante.
Si la rótula está rota en muchos pedazos en su centro (y están separados), su médico puede usar una combinación de alambres y tornillos para arreglarla. La extracción de pequeñas porciones de la rótula también puede tener buenos resultados. La extirpación completa de la rótula es el último recurso para tratar una fractura conminuta.
Debido a que la rótula (rótula) actúa como un escudo para la articulación de la rodilla, se puede romper fácilmente. Caer directamente sobre la rodilla, por ejemplo, es una causa común de fracturas rotulianas.
Estas fracturas se pueden tratar con un aparato ortopédico o con cirugía, según la gravedad de la lesión. A largo plazo, algunas lesiones de la rótula tienen un mayor riesgo de desarrollar artritis en la rodilla.
La rótula, que en anatomía se denomina patela, es un pequeño hueso de forma triangular y plano que se encuentra en la parte delantera de la rodilla, articulada con la tibia y en contacto con el fémur y recubierto por cartílago, cuya función en la articulación es facilitar los movimientos de flexión y extensión.
Es la parte más expuesta de la rótula y de hecho actúa como parachoques de la rodilla, por lo que el riesgo de fractura es importante en caso de fuertes traumatismos directos, como los que se pueden producir en un accidente de tráfico o en la práctica de deportes, como el fútbol, rugby o esquí. En ocasiones la fractura de rótula puede producirse de forma indirecta como consecuencia de un movimiento violento de tracción del cuádriceps (fracturas por estrés, que se dan habitualmente en deportistas).
La fractura de rótula requiere una atención inmediata, fundamentalmente por originar un dolor agudo e intenso y una incapacidad funcional de la articulación más que significativa. Otros síntomas comunes son la inflamación de la rodilla, sentir chasquidos y una movilidad anormal. Su clasificación clínica se realiza en función del lugar y la dirección de la rotura y si se ha producido una mayor fragmentación.
Para el diagnóstico frecuentemente bastaría con la palpación, ya que se pueden identificar la línea de la fractura con el dedo, pero las radiografías aportan una mayor precisión diagnóstica, ya que permiten determinar si hay fragmentación múltiple del hueso. El escáner aporta la imagen precisa de todos los fragmentos originados por la fractura. Por otra parte, en el caso de que la rotura del hueso se haya producido por estrés o por traumatismos indirectos, la resonancia magnética permitirá una evaluación del conjunto de la rodilla para evaluar otras posibles lesiones de ligamentos o meniscos.
Una fractura de rodilla es un tipo de lesión que involucra la rótula o el hueso que forma la parte frontal de la rodilla (también conocido como rótula). Puede ser tan leve como una pequeña grieta parcial en el hueso o tan grave como una rotura completa desde la parte superior de la rótula hasta la parte inferior.
Las fracturas de rodilla generalmente son causadas por una lesión repentina específica, como una caída o una colisión a alta velocidad. La mayoría de la gente sabe que algo anda mal tan pronto como ocurre la lesión.
Una rótula fracturada tiende a causar dolor inmediato, así como otros síntomas, como:
En algunos casos, el hueso roto será visible a través de la piel. En otros casos, la rodilla se ve igual que siempre, pero no funciona normalmente.
Una rótula fracturada siempre debe ser evaluada de inmediato por un médico. Una simple fractura de rodilla puede curarse por sí sola, aunque puede ser necesario un yeso para evitar que las piezas se muevan. Una fractura más compleja, por otro lado, podría requerir cirugía para asegurar los huesos en su lugar y restaurar la estabilidad de la rodilla. Un médico ortopédico que se especializa en diagnosticar y tratar lesiones de rodilla puede brindar una recomendación de tratamiento personalizada.
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La rótula puede fracturarse (romperse) de varias formas, por ejemplo, si se cae sobre la rodilla; se golpea mientras se practican deportes como fútbol o rugby; o durante un accidente automovilístico.
Los síntomas incluyen:
La rótula (rótula) es un hueso triangular en la parte frontal de la rodilla. Varios tendones y ligamentos se conectan a la rótula, incluidos los que están unidos a los huesos de la parte superior de la pierna (fémur) y la parte inferior de la pierna (tibia).
Aunque la rótula no es necesaria para caminar o doblar la pierna, hace que los músculos sean más eficientes y absorbe gran parte del estrés entre las partes superior e inferior de la pierna. Subir escaleras y ponerse en cuclillas puede poner hasta siete veces su peso corporal normal en la rótula y la articulación detrás de ella.
Las fracturas de la rótula representan aproximadamente el 1 por ciento de todas las lesiones esqueléticas. La rótula se puede fracturar de muchas formas: parcial o completamente, en pocos o en muchos pedazos. A veces, cuando se fractura la rótula, los ligamentos o tendones adheridos a ella pueden torcerse o romperse.
Los síntomas pueden incluir:
Se pueden realizar dos tipos de cirugía para reparar una rótula fracturada:
Cirugía de reducción abierta-fijación interna (ORIF): el cirujano abre la piel y vuelve a unir los huesos rotos con alambres, clavos o tornillos de metal. Se extraen trozos de hueso rotos demasiado pequeños para ser reparados. Si la rótula está tan gravemente fracturada que no se puede reparar, es posible que se extraiga total o parcialmente.
Una vez que se han unido los huesos, se cierra la abertura, se coloca un vendaje estéril sobre el área y se coloca la rodilla en un yeso u otro dispositivo para que no pueda moverse mientras sana.
A veces, especialmente en pacientes delgados, los alambres, clavijas o tornillos pueden ser irritantes. En este caso, los dispositivos se retirarán después de que la rótula haya sanado por completo.
Patelectomía total o parcial: este procedimiento de dos horas elimina la totalidad o parte de la rótula. Si su cirujano encuentra que la fractura es demasiado severa para reparar, removerá los pedazos de hueso dañados.
La cirugía conserva el tendón del cuádriceps por encima de la rótula, el tendón rotuliano por debajo y otros tejidos blandos alrededor de la rótula. Después de esta cirugía, podrá extender la rodilla, pero la extensión será más débil.
Una vez que su rótula haya sanado, fortalecer los músculos alrededor de la rodilla puede ayudar a evitar más lesiones. Practicar deportes de contacto o realizar otras actividades que ejercen presión sobre la rodilla puede aumentar el riesgo de sufrir otra lesión en la rótula. Debe evitar estas actividades o utilizar una rodillera para amortiguar el golpe cuando practique deportes de contacto.
La fisioterapia , aprender formas de evitar el estrés de la rodilla y fortalecer y acondicionar los músculos de las piernas de manera continua puede ayudar a prevenir más lesiones en la rodilla.
Sus mejores opciones de ejercicio son de bajo impacto y sin soporte de peso, como bicicletas estáticas y ciertos programas de levantamiento de pesas, para que las rodillas no tengan que absorber el impacto.
Fractura estable. Este tipo de fractura no se desplaza. Los trozos de hueso pueden permanecer en contacto entre sí o estar separados solo por un milímetro o dos. En una fractura estable, los huesos generalmente permanecen en su lugar durante la curación.
Fractura desplazada. En una fractura desplazada, los extremos rotos del hueso se separan y no se alinean correctamente. La superficie de la junta normalmente lisa también puede romperse. Este tipo de fractura a menudo requiere cirugía para volver a unir las piezas de hueso.
Fractura conminuta. En este tipo de fractura, el hueso se rompe en tres o más pedazos. Según el patrón específico de la fractura, una fractura conminuta puede ser estable o inestable.
Fractura abierta. En una fractura abierta, el hueso se rompe de tal manera que los fragmentos de hueso sobresalen a través de la piel o una herida penetra hasta el hueso. Una fractura abierta a menudo implica daño a los tejidos blandos circundantes y puede tardar más en sanar.
Las fracturas abiertas son particularmente graves porque, una vez que se rompe la piel, existe un mayor riesgo de infección tanto en la herida como en el hueso. Se requiere tratamiento inmediato para prevenir infecciones.
Son fracturas-luxación. El trazo de fractura se inicia en un platillo tibial, cruza la base de la espina y acaba en la cortical del lado opuesto. Pueden llevar asociada la rotura del ligamento lateral ipsilateral. Son más frecuentes las internas que las externas.
La rótula es un hueso de forma triangular que protege la parte anterior de la rodilla como un escudo, además de tener una función estética, sirve como fulcro para el tendón de cuádriceps: aumenta así su brazo de palanca y permite estirar y flexionar la rodilla de forma adecuada.
Forma parte de la familia de los huesos de tipo “sesamoideos” (huesos lisos, redondeados y pequeños que son incrustados en un tendón). De hecho, es el hueso sesamoideo más grande del cuerpo humano y está diseñado para soportar cargas muy altas. Gracias a ella podemos andar, correr y saltar con normalidad
La rodilla se encuentra estabilizada por los ligamentos laterales, ligamentos cruzados, otros ligamentos más pequeños y la capsula articular. Cuando ocurre una luxación de la rodilla significa que múltiples ligamentos se lesionaron y dejaron de cumplir su función.
Esta lesión ocurre por lesiones de alta energía, accidentes deportivos y accidentes de tráfico. Su tratamiento es complejo, debido a que nunca hay dos luxaciones iguales, la cantidad de ligamentos lesionados siempre varia (pueden ser tres, cuatro…). Lo único que sí es seguro es que en más de un 90% de los casos se va a requerir de una intervención quirúrgica para su recuperación. En este vídeo te daremos mas detalles acerca de la luxación de rodilla.
Si los trozos de hueso no están fuera de lugar (desplazados), es posible que no necesite cirugía. Su médico puede colocarle un yeso o una férula para mantener su rodilla recta y ayudar a prevenir el movimiento de su pierna. Esto mantendrá los extremos rotos del hueso en la posición adecuada mientras se curan.
Dependiendo de su fractura específica, es posible que se le permita cargar peso en la pierna mientras usa un yeso o un aparato ortopédico. Sin embargo, con algunas fracturas, no se permite cargar peso durante 6 a 8 semanas. Su médico hablará con usted sobre las restricciones sobre la carga de peso.
Si los trozos de hueso están fuera de lugar (desplazados), lo más probable es que necesite cirugía. Los huesos rotulianos fracturados que no están muy juntos a menudo tienen dificultades para curarse o pueden no curarse. Los músculos del muslo que se adhieren a la parte superior de la rótula son muy fuertes y pueden sacar las piezas rotas de su lugar durante la curación.
Momento de la cirugía. Si la piel alrededor de la fractura no se ha roto, es posible que su médico le recomiende esperar hasta que las abrasiones hayan sanado antes de someterse a la cirugía.
Sin embargo, las fracturas abiertas tienen un mayor riesgo de infección y están programadas para la cirugía lo antes posible, generalmente en unas horas. Durante la cirugía, los cortes de la lesión y las superficies del hueso se limpian a fondo. Por lo general, el hueso se reparará durante la misma cirugía.
El tipo de procedimiento que se realiza a menudo depende del tipo de fractura que tenga. Antes de la cirugía, su médico hablará con usted sobre su procedimiento, así como sobre las posibles complicaciones.
Fractura transversal. Estas fracturas de dos partes se fijan con mayor frecuencia en su lugar utilizando tornillos o clavijas y alambres y una banda de tensión de configuración en «figura de ocho». La banda en forma de ocho presiona las dos piezas juntas.
Este procedimiento es mejor para tratar fracturas que se encuentran cerca del centro de la rótula. Los fragmentos de fractura en los extremos de la rótula son demasiado pequeños para este procedimiento. Las roturas que están en muchas piezas pueden ser comprimidas en exceso por la banda de tensión.
Otro enfoque para una fractura transversal es asegurar los huesos con tornillos pequeños o tornillos pequeños y placas pequeñas.
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