Las fracturas de la rodilla varían, desde fracturas no desplazadas, fracturas múltiples (romperse en muchos pedazos) y las fracturas abiertas, de gran energía con mayor probabilidad de complicaciones.
La artroscopia de rodilla es un procedimiento quirúrgico que permite a los médicos ver la articulación de la rodilla sin hacer una gran incisión (corte) a través de la piel y otros tejidos blandos. La artroscopia se utiliza para diagnosticar y tratar una amplia gama de problemas de rodilla.
Durante la artroscopia de rodilla, su cirujano inserta una pequeña cámara, llamada artroscopio, en la articulación de la rodilla. La cámara muestra imágenes en un monitor de video y su cirujano usa estas imágenes para guiar instrumentos quirúrgicos en miniatura.
Es posible que necesite cirugía cuando su rodilla tenga daño estructural. También puede necesitarlo si su dolor de rodilla no ha respondido a otros métodos de alivio del dolor por daños estructurales u otras afecciones, como la osteoartritis. Si elige la cirugía, un médico anestesiólogo evitará que sienta dolor durante la operación. Como especialistas en el manejo del dolor, los médicos anestesiólogos también desempeñan un papel clave en el alivio del dolor y la recuperación después de la cirugía. Este alivio del dolor posquirúrgico es fundamental para la participación efectiva en fisioterapia y rehabilitación.
El reemplazo de la articulación de la rodilla es una cirugía, para cambiar las superficies deterioradas, por una articulación artificial de metal y polietileno. La articulación artificial se conoce como prótesis .
El cartílago y el hueso dañados se eliminan de la articulación de la rodilla. Luego, se colocan piezas metálicas en la rodilla.
Estas piezas se pueden colocar en los siguientes lugares de la articulación de la rodilla:
La cirugía de reemplazo de rodilla, también conocida como artroplastia de rodilla , mejora el el dolor y restaura la función en las articulaciones de la rodilla gravemente enfermas. El procedimiento consiste en cortar el hueso y el cartílago dañados del fémur, la tibia y la rótula y reemplazarlos con una articulación artificial (prótesis) hecha de aleaciones metálicas, plásticos de alta calidad y polímeros.
La cirugía ortopédica de Rodilla es una cirugía del sistema musculoesquelético: huesos, músculos, cartílagos, ligamentos, tendones, articulaciones y tejidos conectivos que mantienen unidos los órganos y tejidos.
La traumatología es el estudio de las heridas y lesiones causadas por accidentes y la cirugía para reparar estas lesiones. Es una subespecialidad de la cirugía ortopédica
La rodilla es la articulación más grande en el cuerpo y se requieren rodillas saludables para realizar la mayoría de las actividades cotidianas.
Una rodilla lesionada o enferma puede hacer que las actividades diarias sean dolorosas o insoportables. Para los pacientes que desean permanecer activos, la cirugía de reemplazo o reconstrucción de rodilla puede ser la mejor opción para recuperar la calidad de vida.
La cirugía reconstructiva de rodilla es ahora uno de los procedimientos más comunes que se realizan en la medicina ortopédica, con un estimado de 100.000 operaciones al año.
La tibia o espinilla es un hueso importante de la pierna que conecta la rodilla con el tobillo. Una fractura de tibia es una ruptura en la continuidad de la espinilla (tibia).
Fracturas de tibia proximal: una fractura de tibia proximal es una rotura en la parte superior de la espinilla o tibia. Las fracturas de tibia proximal pueden afectar o no la articulación de la rodilla. Las fracturas que ingresan a la articulación de la rodilla pueden causar imperfecciones en las articulaciones, superficies articulares irregulares y una alineación inadecuada en las piernas. Esto puede provocar inestabilidad articular, artritis y pérdida de movimiento. Estas fracturas son causadas por estrés o trauma o en un hueso ya comprometido por una enfermedad, como cáncer o infección. Las fracturas de tibia proximal pueden provocar lesiones en los tejidos blandos circundantes, incluida la piel, los músculos, los nervios, los vasos sanguíneos y los ligamentos.
Luxación de rodilla:
Es una lesión rara pero grave, donde el fémur y la tibia pierden su alineación normal. Suele ser causada por traumas intensos como caídas de gran altura, accidentes deportivos o de vehículos, y puede asociarse a fracturas y lesiones vasculares como el daño de la arteria poplítea. Es una urgencia médica que requiere tratamiento inmediato para evitar complicaciones.
Luxación rotuliana:
Común en jóvenes activos, especialmente mujeres, causada por traumas directos o condiciones como displasia femoral. La mayoría de las luxaciones son laterales, provocando dolor, hinchazón y daño a los ligamentos mediales. Puede ocurrir por movimientos bruscos de torsión y es propensa a reaparecer debido a la laxitud ligamentosa. La reubicación suele ser espontánea al extender la rodilla.
Lesión de ligamentos laterales:
Los ligamentos colaterales medial y externo son cruciales para la estabilidad de la rodilla. Su ruptura, generalmente causada por traumas de alta energía, puede acompañar fracturas complejas. La reparación de estos ligamentos es esencial para evitar inestabilidad, y en casos graves, puede requerir reconstrucción con injertos.
Algunas de las cirugías habituales empleadas para el tratamiento de una fractura de rodilla incluyen
La tibia es el principal hueso de la pierna, se encuentra en estrecha relación con el peroné, conecta la rodilla con el pie en el tobillo . Es un hueso fuerte que soporta importantes cargas. La fracturas de este hueso, generalmente son traumas de importante magnitud.
La rótula (patela) es un hueso sesamoideo, se encuentra en la parte anterior de la extremidad inferior, actúa como un escudo para la articulación de la rodilla, y también, como una palanca en la rodilla. Esta en exposición a los traumas directos.
El fémur es el hueso del muslo, conecta la cadera con la rodilla. Es un hueso fuerte que soporta importantes cargas. La fracturas de este hueso, generalmente son traumas de importante magnitud.
Este tipo de fractura no se desplaza. Los extremos rotos de los huesos permanecen juntos y están alineados. En una fractura estable, los huesos generalmente permanecen en su lugar durante la curación o consolidación.
Este tipo de rotura es muy inestable. El hueso se rompe en tres o más pedazos.
Cuando un hueso se rompe y se desplaza, los extremos rotos se separan y no se alinean. Este tipo de fractura a menudo requiere cirugía para volver a unir los fragmentos.
En este tipo de fractura, la piel se abre y el hueso se expone al ambiente, lo que implica mayor riesgo de complicaciones.
Si los fragmentos de hueso fracturado, no se han desplazado por la fuerza de la lesión, es posible que no necesite cirugía. Se pueden usar yesos o férulas para mantener la posición, y así evitar su desplazamiento. De igual forma, se limitara poner peso sobre su pierna hasta que el hueso esté completamente sano.
Si la piel alrededor de la fractura no se ha roto, es posible que su médico le recomiende esperar hasta que las abrasiones hayan sanado antes de someterse a la cirugía. Sin embargo, las fracturas abiertas exponen el sitio de la fractura al medio ambiente. Necesitan una limpieza urgente y requieren cirugía inmediata.
El tipo de procedimiento que se realiza a menudo depende del tipo de fractura que tenga. Antes de la cirugía, su médico hablará con usted sobre su procedimiento, así como sobre las posibles complicaciones.
Debido a que la rótula actúa como un escudo para la articulación de la rodilla, puede romperse fácilmente. Caer directamente sobre la rodilla es una causa común de fracturas rotulianas.
Estas fracturas pueden tratarse con un aparato ortopédico o cirugía, según la gravedad. A largo plazo, algunas lesiones de la rótula pueden aumentar el riesgo de desarrollar artritis en la rodilla.
Fraguar de rótula
La rótula, o patela, es un pequeño hueso triangular y plano en la parte delantera de la rodilla, facilitando los movimientos de flexión y extensión. Actúa como parachoques, siendo propensa a fracturas en caso de traumatismos directos, como en accidentes de tráfico o deportes como fútbol y esquí. También puede fracturarse por movimientos violentos del cuádriceps en deportistas.
La fractura de rótula requiere atención inmediata debido al dolor agudo e incapacidad funcional que provoca. Otros síntomas son inflamación, chasquidos y movilidad anormal. Se clasifica según el lugar y la dirección de la rotura y si hay fragmentación.
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El diagnóstico puede realizarse con palpación, pero las radiografías ofrecen mayor precisión, determinando si hay fragmentación múltiple. Un escáner proporciona imágenes detalladas de los fragmentos, y una resonancia magnética puede evaluar lesiones adicionales de ligamentos o meniscos.
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Doctor Danilo Velandia León Especialista con experiencia en Ortopedia y Traumatología, Cirugía de Rodilla y Cirugía de Hombro, lo cual incluye la prevención, diagnóstico, tratamiento quirúrgico y no quirúrgico y seguimiento de todas las afecciones del sistema musculoesquelético y sus estructuras asociadas (huesos, articulaciones, ligamentos, tendones, músculos y nervios)
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